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‘Te llevaré lejos entre las naciones’

Alessandra Pauluzzi nueva moderadora general de la Comunidad Magnificat

Alessandra Maria Pauluzzi es la nueva moderadora general de la Comunidad Magnificat. Fue elegida en laAsamblea General celebrada en Montesilvano, Pescara, del 2 al 4 de enero. Con ella, también fueron elegidos los otros cuatro moderadores generales, que permanecerán en el cargo durante los próximos tres años: Giacomo Lancini, de la Fraternidad de Brescia de Maguzzano (diócesis de Verona), diácono permanente, 56 años, casado, aliado desde 2006; Federico Luisi, de la Fraternidad de Pisa de Marti (diócesis de San Miniato), 47 años, casado, aliado desde 2010; Angelo Spicuglia, diácono de la Fraternidad de Siracusa, 52 años, casado, aliado desde 2006; Agneza Țîmpu, de la Fraternidad rumana «Betleem» de Popeşti-Leordeni, 52 años, aliada del Agnus Dei, miembro de la Comunidad desde 2009. Alessandra Pauluzzi, por su parte, pertenece a la Fraternidad de Perugia de San Barnaba: 60 años, casada, es aliada desde 1986 y ha visto crecer a la Comunidad desde 1980.

Los nuevos dirigentes proceden de distintas zonas geográficas, no sólo de Italia, señal de los pasos dados por la Comunidad en los últimos años.

Los siete elegidos para el Colegio de Consultores son: Paolo Bartoccini, Maria Rita Castellani, Padre Victor-Emilian Dumitrescu, Daniele Mezzetti, Giuseppe Piegai, Stefano Ragnacci y Daniela Saetta,

Giorgio Brustenga fue elegido tesorero general.

Al final del acto, la asamblea se reunió en oración en torno a los nuevos líderes generales, pidiendo la luz del Espíritu Santo para ellos en su mandato de servicio.

El trabajo de la Asamblea General

«La elección -explicó la moderadora saliente, Maria Rita Castellani- tuvo lugar en el marco de la Asamblea General, que vio la implicación de todos los aliados de forma capilar y representativa a través de la nueva figura de los delegados de Fraternidad y a través de un mayor compartir que tuvo lugar en las Fraternidades, donde cada hermano y hermana fue llamado a dar su propia contribución sobre los temas que luego fueron examinados por la asamblea. Se trabajó en un clima de confrontación y comunión sobre el proyecto de reglamento para la vida de la Comunidad y sobre algunas modalidades del Camino de Discipulado. El don de la escucha es la condición para ser «uno» en la diversidad. Si no somos ‘uno’, nuestros programas de evangelización serán inútiles y no seremos creíbles».

La nueva temporada de la Comunidad

«Tras la aprobación ad experimentum del Estatuto por el Dicasterio vaticano para los laicos, la familia y la vida, en diciembre de 2023″, añade Castellani, «para la Comunidad se abrió una etapa marcada por una nueva identidad en la Iglesia. Fue un punto de inflexión importante, y lo digo pensando en nuestra dimensión internacional. Cito un ejemplo: para las Fraternidades presentes en Rumanía, por ejemplo, los obispos esperaban un reconocimiento formal y una garantía; el arzobispo de Bucarest, Aurel Percă, pidió a la Comunidad Magnificat presente en su diócesis que organizara Seminarios de Vida Nueva con los sacerdotes y en las parroquias». «La voz autorizada de la Santa Sede -concluye Castellani-, que confirma nuestra vocación, no sólo abre una nueva posibilidad de diálogo con el clero de las diócesis en las que están presentes las Fraternidades, sino que también es un documento de identidad reconocido que nos confiere una mayor responsabilidad».

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