Curación

… me has enviado a dar buenas nuevas a los pobres, a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor.

Lucas 4:18-19

Desde los primeros años de su historia, la Comunidad ha ejercido carismas de curación, especialmente de curación interior y espiritual.

Muchos hermanos y hermanas que sufren por motivos físicos y espirituales se han acercado a la Comunidad para buscar -antes que cualquier otra cosa- escucha y comprensión. Reconociendo en ellos a esos«hermanos y hermanas pequeños«(Mateo 25:31-45) con los que Jesús dijo identificarse, la Comunidad ha puesto en marcha el Ministerio de Consolación, también conocido como Ministerio de Curación y Liberación. Tanto en la disponibilidad semanal ofrecida como en los seminarios residenciales de sanación organizados por la Comunidad, un gran número de personas pudieron encontrarse con Jesús, vivo, que, entrando en su historia personal, obró la sanación, la liberación, la conversión. Quienes dedican su tiempo a esta actividad ministerial se acercan al corazón herido del hombre con respeto y ternura, conscientes de que ellos mismos son un «sanador herido», recogido por un samaritano en el camino de Jericó.