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Contemplación y acción
Marcos 3, 13-15
Entonces subió a la montaña, llamó a sí a los que quería y vinieron a él. Nombró a Doce de ellos -a los que llamó apóstoles- para que se quedaran con él y los enviara a predicar con poder para expulsar demonios
El Preámbulo de los Estatutos afirma:«Creemos que el nombre Magnificat indica que cada miembro de la Comunidad se propone unir la contemplación a laacción, como María que, en cuanto recibió el don de Jesús en su interior, se apresuró a llevárselo a Isabel.
¡No se puede recibir realmente a Jesús sin llevarlo a los demás!
La vida espiritual del cuerpo comunitario, por tanto, alterna constantemente entre la adoración y el ministerio, entre estar con Jesús eir a predicar, entre el Tabor y el valle.
En el Tabor todo parece fácil, la voz de Dios es clara, el corazón está lleno de alegría: la hora de adoración nocturna, ciertas oraciones comunitarias que lamentan terminar, una oración sobre el hermano cuando la acción de Dios es tangible… luego bajas de la montaña, te enfrentas a tus propias limitaciones y a las de los demás, con la fatiga del Evangelio. Pero no hay uno sin el otro: el valle y la montaña se miran.