Mi alma
Lucas 1, 46
¡magnifica al Señor!
Sandro Botticelli, Virgen del Magnificat (1485), detalle, Galería de los Uffizi, Florencia.
En 1978, a raíz de un acontecimiento considerado profético, la Comunidad decidió llamarse Magnificat.
Agnes Mezzetti tuvo una extraña experiencia mientras rezaba en la Gruta de Lourdes: mientras rezaba el Ave María,después de haber pronunciado correctamente:«Ave María, llena eres de gracia…» inesperada y repetidamente salieron de su boca las palabras«Comunidad Magnificat«. Se preguntó si ése era el nombre que el Cielo quería dar a la Comunidad.
A su regreso a Perusa se lo comunicó a sus hermanos y hermanas, quienes, tras un discernimiento orante y mucha confirmación, se convencieron con ella de que ése debía ser el nombre de la Comunidad.
Este nombre dice que la Comunidad Magnificat está llamada a ser como María.
Como en la vida de María, también en la vida de los miembros de la Comunidad -a menudo inesperadamente- llegó Cristo.
Del mismo modo que María, al oír del ángel que Isabel también había experimentado una intrusión extraordinaria de Dios, quiso correr hacia ella, los aliados también sienten el impulso de compartir su alegría con los demás, de llevarles también al Señor.
El canto de María ante Isabel es, por tanto, también el canto de la comunidad magnificando al Señor por esta obra.
Aquí tienes el vídeo del padre Raniero Cantalamessa ilustrando el Magnificat durante la Convención General de 2018:
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