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Guarda la ley del Señor, tu Dios,
procediendo en sus caminos
y ejecutando sus leyes,
sus órdenes,
sus normas e instrucciones,
como está escrito en la ley de Moisés,
para que tengas éxito
en todo lo que haces
y mires donde mires

1er Libro de los Reyes 2, 3

La Comunidad Magnificat encuentra su definición e identifica sus horizontes en una serie de textos que, formados a lo largo de su historia, constituyen su Regla de Vida:







Antecedentes históricos Observaciones preliminares Prólogo Estatuto Reglas Reglas para las personas consagradas Orientaciones sobre el acompañamiento espiritual en la Comunidad

Desde 1978, año en que nació la Comunidad Magnificat con su primer reconocimiento eclesiástico, a medida que la vida comunitaria se ha ido desarrollando en ámbitos cada vez más amplios y complejos, ha sido necesario que el Estatuto y los diversos Reglamentos respondieran a las nuevas exigencias surgidas e indicaran las formas más correctas y fecundas de encarnar el «sueño de Dios» en la vida concreta de las Fraternidades. Entre los textos de la Regla de Vida, el Estatuto en particular ha tenido que ser gradualmente perfeccionado y ampliado para responder a las condiciones cambiantes en las que la Comunidad se ha encontrado viviendo. Esta página da cuenta de los distintos pasajes, desde 1979 hasta la actualidad.

1979

El primer Estatuto aprobado por la autoridad eclesiástica competente, breve pero ya esencialmente lleno de lo que el Señor había mostrado, data de febrero de 1979, firmado por el arzobispo de Perusa monseñor Ferdinando Lambruschini.

1980s

Tras ese primer documento, la Comunidad intentó dotarse de una regla más sustancial, de cuyo trabajo surgió un folleto que recogía la experiencia comunitaria de forma parentética y espiritual, pero no jurídica. Ese folleto ha quedado en la memoria de la Comunidad como la Regla Roja, por el color de su portada, pero, precisamente por el estilo en que estaba escrito, no recibió la aprobación canónica.

1995

El arzobispo de Perusa, Ennio Antonelli, poco después de tomar posesión de su cargo en enero de 1994, pidió y constituyó una comisión de miembros de la Comunidad para redactar un Estatuto que pudiera recibir la aprobación canónica y, tras un año y medio de trabajo en el que él mismo estuvo implicado, reconoció a la Comunidad Magnificat como asociación privada de fieles laicos y aprobó su Estatuto ad experimentum por tres años.

2003

En 2003, en medio de una crisis que estaba llevando a la Comunidad a una profunda ruptura con una de las zonas que la componían, el arzobispo de Perugia, Giuseppe Chiaretti, creó una nueva comisión para revisar el Estatuto. Precisamente en la fase final de los trabajos de dicha comisión, en otoño de 2004, mientras el Capítulo de Ancianos se disponía a votar el nuevo texto, se puso fin a la ruptura con casi toda la zona de Foggia, también por una cuestión relacionada precisamente con la redacción de la Regla. A instancias del Arzobispo, el texto fue aprobado el 24 de diciembre de ese año.

2013-2022

En los años siguientes, la Comunidad experimentó un mayor crecimiento, esta vez traspasando las fronteras italianas y empezando a llevar la experiencia comunitaria a otras naciones, en distintos continentes. En respuesta a esta evolución, el arzobispo de Perugia, Gualtiero Bassetti, instó a la Comunidad en 2013 a solicitar el reconocimiento de su realidad al Consejo Pontificio para los Laicos, creando al mismo tiempo una comisión encargada de reescribir el Estatuto, para adaptarlo al crecimiento de la Comunidad.

El trabajo de la nueva comisión fue muy amplio y pretendía implicar a todos los aliados en la reflexión. Tras muchos años, largas reflexiones, comparaciones, oraciones, consultas externas y votaciones, finalmente, en otoño de 2020, la Comunidad presentó un texto compartido para su aprobación al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y -en la actualidad- está esperando su respuesta.

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